Trucos dulces
Mantequilla:
- Si se os olvida sacarla del frigorífico o hace demasiado frío como para que se ablande, la troceáis, la ponéis en un bol apto para la vitro y la batís en él con el fuego al mínimo. Veréis cómo ayuda. Eso si os da miedo pasaros en el microondas.
Huevos:
- Cuando uséis los huevos para cuajar cosas como flanes, tartas... rebañad bien la cáscara, pues lo que se queda pegado es lo que más ayuda a la hora de cuajar.
- Cuando queráis montar las claras a punto de nieve, tienen que estar a temperatura ambiente. Si se os ha olvidado sacarlos del frigorífico, ponéis las claras en un bol que podáis poner al fuego y las montáis con el fuego al mínimo y un poco de sal. También podéis hacerlo al baño maría, pero sin llegar a calentar demasiado porque si no cuaja.
Bizcochos:
- Para que los bizcochos no bajen tanto al sacarlos del horno, lo que suelo hacer es apagarlo, abrir un poquito la puerta y dejar que empiecen a atemperarse dentro poco a poco. Unos minutos después los saco y dejo que se enfríen sobre una rejilla.
- Cuando empiezan a quemarse por encima pero sin estar hechos por dentro, no tenéis más que taparlos con papel albal.
- Si se hunden en el medio una vez horneados, es que la masa estaba demasiado líquida o que nos hemos pasado con la levadura. Por lo general la masa ha de ser bastante densa y la cantidad de levadura necesaria algo menor de lo que suele poner en los paquetes.
Galletas:
- Nunca hay que hornear demasiado las galletas. Por lo general, en cuanto empiezan a coger algo de color hay que sacarlas del horno. Estarán blandas, pero al enfriarse se endurecerán.
- La harina debe ser la justa, nunca hay que usar de más por el mismo motivo. Esto es fundamental en las galletas de mantequilla.
- La mantequilla no debe estar líquida, pues aceptará demasiada harina; siempre en pomada.
Crema pastelera o cremas similares con huevo:
- Son cremas que hay que cocer, pero nunca deben hervir, como mucho han de hacer 'plop' muy de vez en cuando, para que los huevos no lleguen a cuajar.
- Como llevan maicena, corremos el riesgo de que queden grumos. La solución es diluir ésta en leche fría y luego incorporarla al resto de la mezcla que habremos apartado del fuego para que temple. Después se vuelve a incorporar al fuego y se cuece muy suavemente y sin dejar de remover. ¿Que al final quedan grumos? Pues no pasa nada por usar la batidora.
- Hay que tener en cuenta también que al enfriar se vuelven más densas, de modo que os liéis a echar más maicena o hervirlas más tiempo porque aún están demasiado líquidas.
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