Croquetas caseras de jamón


A todo el mundo le gustan las croquetas, pero siempre hay alguna excepción y yo la tengo en casa. Al cierto sujeto del que os suelo hablar siempre no le gustan demasiado, y sin embargo, las mías le encantan.


Croquetas caseras de jamón ibérico


A mí me enseñó mi madre, a ella su tía y así sucesivamente. Vamos, que es una receta familiar. Es muy trabajoso, por lo que no se hacen demasiado a menudo, pero merecen tanto la pena...


Las he hecho para una comida con amigos y aunque suene muy pretencioso... han triunfado. ¡Y eso que competía con las clásicas 'Croquetas de mamá'!


Ingredientes:

- 70 gr de mantequillaIngredientes para hacer croquetas de bechamel con jamón

- 1/2 cebolla

- 120 gr de harina

- 1 l de leche

- 125 gr de jamón ibérico

- Sal

- 2 huevos

- Pan rallado

- Aceite de oliva

Elaboración:

La bechamel: empezamos por derretir la mantequilla en una cazuela, y cuando esté caliente, añadimos la cebolla bien picada. Cuando esté transparente, vamos añadiendo harina poco a poco y removiendo constantemente. Dejaremos de echar harina cuando haya absorbido toda la mantequilla y pueda formarse una especie de 'bloque' con la masa. Entonces, iremos vertiendo la leche (caliente), también poco a poco y sin dejar de remover y salamos. El fuego tiene que estar suave. Cuando tenga la consistencia deseada agregamos el jamón picado y seguimos cocinando un rato más. Entonces, apartamos del fuego y dejamos enfriar durante varias horas en el frigorífico.


Bechamel para croquetas

Una vez la bechamel ha adquirido una textura más consistente, formamos bolitas que pasamos por huevo batido y pan rallado. Cuando tenemos todas listas las freímos en aceite abundante y bien caliente, escurrimos en papel de cocina y ¡listo!


Pequeños consejos:

En estos detalles está el misterio de su exquisito sabor, así que atentos:


1. En esta ocasión, que la leche sea entera y fresca lo es todo.


Rebozado de croquetas

2. El jamón, obviamente, si es ibérico da mucho más sabor y no las hace demasiado saladas.


3. La harina tiene que cocinarse bien antes de añadir la leche, pues el sabor a harina cruda... no es muy agradable.


4. Cuanta más leche lleve, más ligera quedará la bechamel y, por ende, más rica, y la leche tiene que estar caliente, o por lo menos tibia.


5. Ha de cocinarse a fuego suave para que no salgan grumos, y remover constantemente.



6. Cuanto más tiempo la cocinemos, sobre todo una vez echado el jamón, más sabor tendrá.


7. Al ser la bechamel tan ligera, resulta poco manejable, por eso es mejor dejarla hecha de víspera en el frigorífico, incluso en el congelador una hora antes de usarla.


8. Para hacer las bolas sin que se nos queden pegadas, hay que tener las manos húmedas, y si no quedan muy redondas no importa, pues es mejor terminar de redondearlas una vez las hemos pasado por pan rallado.


9. Por último, a la hora de freír, el aceite ha de estar bien caliente y no debemos amontonarlas, pues se cocerán en lugar de freírse y se romperán con más facilidad. Es importante, pues al ser la bechamel así de ligera son bastante delicadas.


10. Para que no se rompan tan fácilmente al freír, podéis pasarlas dos veces por huevo y harina. A mí no me gusta demasiado hacer esto porque se nota bastante el rebozado, pero es una solución. Otra, sería congelar las bolas ya rebozadas y luego freír sin descongelar.


Son pequeños detalles, sí, pero si no se tienen en cuenta...


Al gusto:

La receta base ya la tenéis. Luego, el relleno, a placer. Las más comunes suelen se éstas, las de jamón, pero unas de bacalao, de espinacas, de queso... Me diréis que no están buenas también. Lo único que hay que hacer es añadirlas en lugar de el jamón y continuar con la receta. Eso sí, las espinacas o el bacalao, por ejemplo, habría que cocinarlos antes, claro.


Catástrofe de hoy:

Nada que no esperara, pues casi siempre 'revienta' más de una, pero siguen estando igual de buenas.



Fotos para abrir boca:


[gallery link="file" ids="1682,1681,1679"]

Ensalada templada de bacalao



Es verano, y en esta época, pocas cosas entran mejor que las ensaladas. Pero no va a ser siempre la clásica de tomate, lechuga y atún ¿no? Hay que variar un poco, así que decidí hacer una templada con bacalao y piquillos. Sí, sí, aún me quedan pimientos, y más que voy a tener, de modo que os acabaréis cansando de verlos en mis recetas.




presentación ensalada de bacalao


Ingredientes:

ingredientes ensalada de bacalao

Para la ensalada:

- 120 gr de bacalao desalado


- 50 gr de gambas

- Lechugas variadas

- Maíz

- 1 tomate grande

- 6 pimientos del piquillo

Para el aliño:
aliño ensalada de bacalao


- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

- 1 cucharada de vinagre de Jerez

- Unas gotas de zumo de limón

- Sal

Para acompañar (opcional):

- Mayonesa


Elaboración:

aliño ensalada de bacalao


Empezamos por cocer el bacalao y las gambas por separado. El primero necesitará 5' y las gambas 1'. Escurrimos, desmigamos el bacalao y reservamos.

Preparamos el aliño. Para ello mezclamos bien todos los ingredientes y reservamos.

Mientras tanto, lavamos las hojas de lechuga, escurrimos bien y aliñamos (reservamos un par de cucharaditas). Lavamos el tomate y lo troceamos en rodajas. Los pimientos los cortamos en tiras.

Para montar la ensalada, colocamos la lechuga en el fondo de una ensaladera y repartimos el tomate y maíz por encima. Esparcimos el bacalao y las gambas y echamos lo que queda de aliño. Decoramos con las tiras de pimiento y la mayonesa y ¡listo!


Pequeños consejos:

bacalao desmigado


Si el bacalao está desalado es más cómodo pero también más caro. Si no lo está y son trozos grandes, lo mejor es ponerlo a desalar 48 h antes; si son pequeños o está desmigado, con 24 h será suficiente. Para desalarlo, hay que colocarlo en una fuente con la piel hacia arriba y cubrirlo con agua fría. Lo metemos en el frigorífico y le cambiamos el agua periódicamente, (cada 8 h más o menos)


 Al gusto:


Podéis añadirle cebolleta o pimiento crudo si os apetezca que sea un poco más fresca. Y no cozáis demasiado ni el bacalao ni las gambas, pues se desharán.


Catástrofe de hoy:


¡Nothing!


Fotos para abrir boca:

ensalada templada de bacalao de cerca




Mayonesa casera

Aquí va mi segundo intento de hacer mayonesa. Lo bueno es que no se me ha cortado ninguna. Lo malo, que la primera, ignorante de mí, la hice con aceite de oliva virgen extra y era incomestible. En esta segunda ocasión he utilizado aceite de girasol pero le ha faltado algo de sabor. ¿Por qué? Porque tenía que haberle echado un poco de aceite de oliva. Aunque esto ya es cuestión de gustos.

sugerencia presentación mayonesa casera

Una vez más he de hacer mención a mi querido Karlos (Argiñano, por supuesto), porque a él le he visto hacerla de esta manera tan sencilla sin peligro aparente de que se corte; pero también a mi padre, que es quien me dio la idea del aceite de oliva para intensificar el sabor.

Así pues os digo: ¡no os acobardéis ante una mayonesa! No es tan difícil como parece y además, seguro que es mucho más sana que las que se compran en el supermercado (para ser todo colesterol, claro).

Ingredientes:

- 1 huevo

- 200 ml de aceite de girasol

- Una chorretada de aceite de oliva

- Una puntita de ajo

- Unas gotas de vinagre

- Sal



Elaboración:


Cascamos el huevo y lo ponemos en el vaso batidor. Añadimos la puntita de ajo, la sal y unas gotas de vinagre. Añadimos medio dedo de aceite de oliva y después el de girasol.

Ahora viene donde la peinan. Colocamos el brazo de la batidora al fondo y la ponemos en marcha sin moverla. Al cabo de unos segundos, cuando haya emulsionado bastante, empezamos a realizar movimientos ascendentes y descendentes de forma suave y continuada, hasta que emulsione por completo y ¡listo!

Si queremos más cantidad, lo único que hay que hacer es añadir más aceite.

 Pequeños consejos:
Ya sé que es la canción de siempre, pero en esta ocasión es fundamental que el huevo esté a temperatura ambiente si no queremos que se nos corte.

Y si se corta ¿qué hay que hacer? Pues se pone la yema de otro huevo en el vaso batidor y se va añadiendo la mayonesa cortada poco a poco hasta que emulsione. ¿Y si se vuelve a cortar? Diría que las probabilidades de que se corte dos veces  son ínfimas, pero nunca se sabe. Si eso, otra yema o mejor volver a empezar. Si se corta una tercera... mejor no volváis a intentar hacer mayonesa, no es lo vuestro.

Otro problema que puede surgir es que quede demasiado espesa. Se aligera con un poco de agua tibia y listo.

 Al gusto:
Aunque son prescindibles, el ajo y el aceite de oliva le aportan un sabor mucho más intenso. A mí al menos, de otro modo la mayonesa me resulta algo sosa.

Y las gotas de vinagre pueden sustituirse por gotas de zumo de limón, pues de lo que se trata es de darle algo de acidez.

 Catástrofe de hoy:
Lo dicho, que se me ha olvidado echar la chorretada de aceite de oliva y aunque no estaba nada mal, le faltaba algo de sabor. Pero os aseguro que de no habérseme olvidado habría quedado perfecta.

Huevos fritos rellenos de chistorra

Seguramente, cuando os hablan de huevos rellenos os los imagináis cocidos ¿verdad? Pues el otro día pensé ¿por qué no fritos? El problema radicaba en cómo hacerlo. Así pues, después de pensarlo un poco, se me ocurrió lo siguiente y dio resultado. No metí demasiada chistorra por si acaso, pero visto lo visto, no habría supuesto ningún problema. A lo mejor resulta algo más engorroso que hacer el huevo por un lado y la chistorra por otro, pero no podéis negar que esto resulta mucho más original.



Ingredientes:

- 2 huevos

- 12 cm de chistorra (aprox.)

- Aceite de oliva virgen

- Pimientos de Padrón

- Sal gorda

 Elaboración:

Hacemos la chistorra troceada durante unos minutos en una sartén con un poco de aceite, escurrimos y reservamos hasta que se haya templado.


Ponemos papel film en el interior de una taza, de manera que sobresalgan bastante los bordes. Pintamos el interior con aceite y ponemos dentro casi toda la clara de uno de los huevos y la mitad de la txistorra. Echamos el resto del huevo encima y hacemos un paquetito cerrando el papel film con un cordel de cocina (o a improvisar, como yo). Hacemos otro paquete con el resto. Entonces, los introducimos en agua hirviendo durante cinco minutos o hasta que estén prácticamente hechos.


Ahora, sacamos los huevos de sus respectivos paquetes y los freímos durante 1 minuto en aceite muy caliente.

Freímos aparte los pimientos de Padrón en abundante aceite durante unos minutos, escurrimos en papel de cocina y salamos.


Servimos los huevos calientes acompañados de los pimientos y ¡listo!


 Pequeños consejos:

Si queréis ponerles más chistorra sin que se rompa la yema, lo que podéis hacer es añadirle otra clara.


Y como lo más probable es que el huevo se quede algo pegado al papel film, con paciencia y una cuchara podréis despegarlo. Pero como más vale prevenir que curar, aseguraos de que empapáis bien el papel film.


El último consejo que os doy ya no es culinario. Si los pimientos pican demasiado: leche (para beber, claro).


 Al gusto:

Podéis rellenar el huevo de chorizo, pimientos del piquillo... vamos, de lo que se os ocurra. Y en cuanto a los pimientos, si no os gusta que piquen, podéis sustituirlos por unos de Gernika, que son iguales pero sin sorpresas.


 Catástrofe de hoy:

Mmmm.... me he quemado con el aceite un poquito. Pero corriendo al grifo y listo.