¡Después de unas semanas algo ocupadas ¡por fin he encontrado tiempo para escribir!, porque el cocinar, por supuesto, no lo he abandonado.
Bueno, el caso es que esta Semana Santa, la he pasado con la familia, y he querido sorprender a mi abuelo con el dulce que más le gusta: el merengue. Así pues, en menos de media hora (aunque no sin un pequeño accidente de por medio) ya tenía unas preciosas carolinas hechas que le encantaron, o al menos eso me dijo. Allá vamos:
Ingredientes:

- 1 yogur natural (yo he usado kefir)
- Mermelada de albaricoque (de fresa)
- 2 huevos
- 120gr de azúcar (son 60gr por cada clara)
- Chocolate para fundir
Elaboración:
Empezamos por mezclar la misma cantidad de yogur que de mermelada, y rellenamos las tartaletas (no hasta el borde, ojo). Por otra parte, montamos las claras con el azúcar a punto de nieve (abajo os doy un truquillo).
Ahora, con una manga pastelera (o en su defecto, una bolsa a la que le haremos un pequeño agujero en una esquina), vamos haciendo un "cono" encima de las tartaletas, prestando especial atención a que no queden huecos de aire.
Después decoramos con las yemas el merengue e introducimos en el horno precalentado a unos 120ºC durante 20-30 minutos. Cuando se hayan templado terminamos de decorarlas con el chocolate fundido al baño maría. Dejamos enfriar y ¡listo!
Pequeños consejos:
Sólo uno, pero muy útil: para que no se nos bajen las claras, ayuda sobremanera calentar la mezcla previamente un poquito al fuego, eso sí, con cuidado de que no llegue a cuajar el huevo.
¡Ah! y si os quedáis cortos de tartaletas, como me ocurrió a mí, podéis hacer torrecitas de merengue sin ellas.
Al gusto:
La receta original de las carolinas siempre ha sido con mermelada del albaricoque, pero como se me había olvidado comprar usé una de fresa que tenía empezada y no quedó nada mal.

Al pintar una de las carolinas con el chocolate que tenía al baño maría, ¡se me cayó en el cazo de agua! Qué rabia dan esas cosas ¿verdad? Así que nada, una carolina menos.
[...] hacer ni los cupcakes ni el merengue italiano (algo distinto del típico, como puede ser el de unas carolinas), pero la pasta de goma ya es otra cosa. No es que sea difícil ni lleve tiempo, pero necesita unos [...]
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