Lo cierto es que no tengo del todo claro que sean lo mismo: unos dicen que sí, otros que no... En cualquier caso, si no son lo mismo, son de la familia y, por tanto, de propiedades y sabor similares. Así pues, ya usemos verdel o caballa, el resultado será prácticamente el mismo.
Aunque es mucho más común hacer las albóndigas de carne, en los pueblos pesqueros, es habitual encontrarse con este plato. Es una buena alternativa a la hora de comer pescado y una artimaña bastante útil para engañar a los niños o a los poco adeptos al pescado (de hecho, alguien me ha preguntado si eran de pollo después de probarlas).
Eso sí, he de advertiros que son bastante laboriosas, pues sacar la carne del pescado no es tarea fácil, pero están tan deliciosas que merece la pena el esfuerzo.
Ingredientes:
Para la salsa de tomate:
- 800 gr de tomate natural troceado o triturado

- 1 diente de ajo
- 1 tomate maduro
- 1 pimiento verde (italiano)
- Una hoja de laurel
- Sal y azúcar
- Pimienta negra y cayena molida (opcional)
- 2-3 cucharadas de aceite de oliva
Para las albóndigas de verdel:

- Una cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 huevo
- 2-3 cucharadas de pan rallado (a ojo)
- Harina para rebozar
- Aceite para freír
Elaboración:
Empezamos por la salsa de tomate. Para ello, picamos el ajo y lo doramos en una cazuela con el aceite. Después añadimos la cebolla picada y dejamos que se poche. Añadimos también el pimiento y el tomate picados, y sofreímos unos minutos más. Echamos las latas de tomate, el laurel, las especias y la misma cantidad de azúcar que de sal. Dejamos que se haga a fuego muy lento y tapado durante 45 minutos. Trituramos, corregimos el punto de sal y acidez, y reservamos.
Para hacer las albóndigas, sacamos la carne de las caballas y la picamos. Mezclamos con la cebolla y el ajo bien picados, el huevo y el pan rallado. Este último lo vamos añadiendo poco a poco, hasta conseguir una masa manejable.
Hacemos bolas con la masa, las pasamos por harina, sacudimos y freímos hasta que se sellen y se doren un poquito. Escurrimos el aceite en papel de cocina, y las ponemos a cocer en el tomate que hemos preparado a fuego suave durante 15 minutos. Espolvoreamos con perejil y ¡listo!
Pequeños consejos:
La cebolla que utilicemos para hacer las albóndigas debe estar muy picada, si no, resulta algo desagradable encontrarte trozos enormes y semi-crudos a la hora de comerlas.
Luego, para hacer las bolas, es conveniente mojarse las manos de vez en cuando, pues así no se nos queda pegada la masa; y si no quedan muy redondas, no os preocupéis, pues después de pasadas por harina se manejan perfectamente.
Por otra parte, hay que tener muchísimo cuidado con el tomate, pues al mínimo descuido se os puede pegar y quemar.
Al gusto:
Esta preparación admite prácticamente cualquier tipo de pescado, ya sea azul o blanco (merluza, salmón, bacalao...) y se puede preparar con otro tipo de salsas o simplemente acompañándolas de mayonesa, por ejemplo.
En cuanto a las especias que le añadamos al tomate, depende del gusto de cada uno: yo pretendía que fuera algo picante, pero apenas se ha notado.
Catástrofe de hoy:
Que no se me ha quemado la cebolla para el tomate de milagro. Si pasa eso, hay que desecharla y volver a empezar.
[...] es un montón de patatas con huevo, morcilla, chorizo, pollo… y me estoy acordando de unas albóndigas de verdel en salsa verde… Es difícil quedarse con hambre, os lo [...]
ResponderEliminarProbare a hacer las croquetas de verdel! lo que he visto me ha encantado. Sigue asi
ResponderEliminarPrueba, las fotos no les hacen justicia! Ya me contarás qué tal!
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