¡FINALISTA!
Lo que voy a contar se resume en eso, de modo que si no os apetece mucho seguir leyendo, podéis dejarlo aquí. Pero si tenéis ganas de saber los detalles del concurso y de la gala, ¡adelante!

Vamos a empezar por el principio. No, tranquilos, por el principio del todo no.
No recuerdo exactamente cuándo, pero hacia noviembre fue cuando una amiga me mandó un mensaje por Facebook con el enlace a la página del concurso, se lo enseñé a Victor (por hoy será Victor, no cierto sujeto), y me dijo: "tú apúntate, que aunque no vamos a ganar, por lo menos igual sacamos algunas visitas más", y así lo hice.
Cuando empezó la votación, a mediados de diciembre, me acuerdo que miraba los votos que tenía y tan pocos había que hasta podía decir quiénes habían sido: Víctor, mi padre, mi madre, mi hermana y yo (no me miréis así que seguro que todos lo habríais hecho), mientras que había alguno, como La Dimensión Vegana, que estaba ya subiendo como la espuma. Luego se animó algún amigo más, pero pocos.
Así pues, pensé en hacer un evento, aunque no fuera tanto para que votaran en un principio, sino para que más gente supiera de Las Recetas de Arguiñane, y como la mayoría de los invitados eran gente de la escuela, donde ya me he granjeado cierta fama de cocinillas, se me ocurrió darles un aliciente: galletas si quedábamos en el top 10, y funcionó, quedamos octavos. ¿Cómo nos puede extrañar luego que la gente coja sobres cuando hacen lo que sea por unas galletas?
Más tarde, cuando llegó el momento de darles su merecida recompensa, supe que muchos de ellos ni se habían enterado de lo de las galletas. Ya de paso, comento que triunfaron. Hice un montón, pastas de té, cheesecookies y de chocolate, y apenas sobraron. Con forma de avión y todo (somos frikis los aeronáuticos, es lo que hay). Algunos hasta me decían: "yo te he votado dos veces", y yo: "anda, coge más".
Mi padre y mi hermana lanzaron también sus ofensivas con un resultado más que satisfactorio, sin chantajes, sólo algo de coacción. No, es broma. Al final nos metimos en el top 10. Con un canto en los dientes.
Para mí ahí había acabado la cosa, pero para el jurado del 20minutos no.
El día 7 de febrero, día en que salía la lista de finalistas, yo tenía un examen. Me levanté temprano, fui a la escuela, hice casi 4 h de examen y al acabar, me fui con mis amigas a tomar algo. Vamos, que ni me acordaba del concurso, y aunque me hubiese acordado, probablemente no lo habría mirado hasta bastante más tarde, puede que días, nada más que para cotillear quiénes habían sido los afortunados en optar a la estatuilla.
El caso es que después me fui a ver a Victor para contarle qué tal el examen, y al llegar cogió la pantalla del ordenador, la giró y me dijo: "mira". No creo que podáis imaginar con qué cara me quedé, en serio. Que no me lo esperaba sería decir poco, muy poco. Estaba allí, en la lista de los finalistas. Volví dando saltos de alegría donde mis amigas para contárselo, y llamé a mi hermana y a mis padres. Aunque mis padres creo que con tanta emoción, más bien pensaban que les iba a decir que había aprobado alguna asignatura. En dos semanas sabríamos quién se llevaría el galardón al mejor blog de gastronomía del 2012, pero ahí ya, sí que sí, no iba a ser yo.
Competían conmigo Kanela y limón, con unas fotos brutales, y La vida es cuento, una mezcla entre vino y literatura. Difícil la victoria, por no decir imposible. Así que ayer, me enfundé, no mis mejores galas, pero sí un bonito vestido, y Victor y yo nos dirigimos hacia La Casa del Lector, en el Matadero de Madrid, donde se celebraría la gala. Estaba nerviosa y exultante, no por pensar que podría ganar, sino por estar allí, por haber sido elegidos como uno de los tres mejores blogs de gastronomía de los casi 400 que nos presentamos.
Al llegar entregamos las invitaciones, dejamos los abrigos en el guardarropas, pasamos por el photocall y 'la twittera' de la gala nos hizo una foto para subirla a la red. Llegamos con cierta tempranada, de modo que aún no había mucha gente, y nos dirigimos a la barra a por una copa de vino. Bebida había, toda la que quisieras, pero no veía comida por ninguna parte y me acuerdo que le decía a Victor: "me está entrando hambre, ya sabía yo que me tenía que haber traído un piscolabis o algo". Pero después empezaron a pasearse los camareros por la sala con bandejas llenas de canapés y cosas así. Unos minibocatas de jamón, sándwiches variados, una tabla enorme de quesos... Lo que más me llamó la atención, fue la chistorra que traían dentro de una hogaza grande de pan vaciada, y lo que más me gustó, unas minihamburguesas con algo dulce, confitura de cebolla, creo, y una especie de minicrepes de gambas al curry (menudo paladar que tengo que al principio me parecía jamón cocido). Sacaron hasta postre, y por supuesto, más bebida. Cogeré ideas, por supuesto. Jamás había estado en un sarao de este tipo y me encantó.
Una hora después, dio comienzo la entrega de premios, presentada por el gran Toni Garrido, con quien por cierto, me hice una foto (sí, madre, sí, luego te la mando). Tras una breve presentación y unas palabras de Arsenio Escolar, director del 20minutos, empezaron las menciones a los finalistas y a salir los nombres de los ganadores de cada una de las categorías, y al fin, le llegó el turno a Gastronomía. No miento cuando digo que llegué allí sin expectativas, pero sí que mentiría si dijera que por un momento no lo pensé. Cuando aparecieron los tres blogs en la pantalla y vi el mio, no pude evitar pensar ¿y por qué no? pero al decir Toni: "el ganador es... Kanela y limón", la desilusión se adueñó de mí por unos segundos. Victor y yo nos miramos como diciendo 'si es que con esas fotos...'
Después empezaron a servir copas, aunque yo preferí seguir dándole al vino, que teniendo que ir a clase hoy por la mañana no me apetecía mucho tener una resaca de caballo, y llegó lo mejor de todo. Queríamos darle las gracias a Arsenio por organizar este tipo de eventos, tarea harto complicada, pues todo el mundo quería hablar con él. Al final, lo conseguimos. Se acordaba del porqué de Arguiñane, lo cual me hizo mucha gracia, y como me dijo que el blog le había gustado mucho, yo estaba como un niño con zapatos nuevos. ¿Qué más daba no haber ganado después de escuchar eso? También creo que le sorprendió que fuéramos ingenieros aeronáuticos (bueno, yo estoy en ello), en lugar de estudiantes de periodismo o algo así, que suele ser lo más habitual entre los bloggers.
Es curioso, cómo después de verlo tantas veces en televisión, en tantas tertulias y debates políticos, parece que se trata de alguien a quien conoces de casi toda la vida, pero no, obviamente no es así. Me sorprendió cuán amable y cercano se mostró con nosotros, y por lo que se veía con todos los demás, pues no sólo dedicaba a la gente el minuto de rigor, sino que parecía no suponerle problema alguno hablar con pesados como nosotros. Hay gente que es fan de Lady Gaga, de Justin Bieber (acabo de tener que mirar en google cómo se escribe), pues nosotros de Arsenio Escolar. Da gusto conocer a personas así.
Poco faltaba para el final de la gala, cuando el peso de nuestras obligaciones diarias nos guió de vuelta a casa, con una sonrisa en la cara.
Una experiencia inolvidable, aunque esperemos no irrepetible.
Y dicho esto, lo volveremos a intentar. Seguramente será más difícil volver a encontrarnos entre los finalistas habiéndolo sido ya una vez, pero lo intentaremos. De momento, nosotros seguiremos haciéndolo lo mejor que podemos, para que podáis disfrutar y aprender leyendo Las Recetas de Arguiñane, tanto como nosotros escribiendo.
Gracias a los que habéis llegado hasta el final ;D
Fotos ¿para abrir boca?:[gallery link="file" ids="3615,3614,3612"]