Se acerca el verano, y como todos sabréis, también la operación bikini. Y como además empiezan a subir algo las temperaturas, el cuerpo empieza a pedir cosas más frescas y ligeras para comer. ¡Pero ojo! que esto no significa que los platos que preparemos tengan que ser solo verdes y aburridos, no. Hoy os propongo un claro ejemplo de ello, con este gallo a la plancha con tomates cherry y aliño de mostaza y limón.
El gallo es uno de los pescados que más me gusta, ya sea frito o a la plancha. Tiene muy poca grasa, de modo que a la plancha se convierte en un alimento ideal en cualquier dieta. Y mejor aún si lo acompañamos de un poco de lechuga y unos exquisitos tomates cherry. Además, le daremos sabor con unas especias y un aliño de mostaza, pipas y limón (vale, podéis prescindir de las pipas de girasol si creéis que es añadir calorías de forma innecesaria).
En cualquier caso, lo que al final tenemos es un plato fácil, sano y delicioso.
- 1 gallo de 700 gr fileteado (se queda en nada)
- 8 tomates cherry
- Aceite de oliva
- Albahaca
- Orégano
- Sal
- Unas hojas de lechuga
- 120 ml de aliño de mostaza y limón
Echamos una chorretada generosa de aceite en una sartén y cuando esté caliente colocamos los tomatitos cherry cortados por la mitad, con la parte interior hacia arriba. Los espolvoreamos con abundante albahaca y orégano, los tapamos y dejamos que se hagan unos 5 minutos, hasta que hayan soltado bastante agua y estén blanditos. Los reservamos.
Ponemos un poco de aceite en una sartén para plancha y hacemos el gallo vuelta y vuelta, medio minuto por cada lado más o menos, dependiendo del grosor.

Ahora ponemos una cama de hojas de lechuga limpias en una fuente, colocamos los filetes de gallo en medio y repartimos los tomates cherry alrededor. Echamos un poco de sal.
Mezclamos ahora el jugo que han soltado los tomates con el aliño de mostaza y limón, regamos el gallo con un par de cucharadas y ¡listo!
El resto del aliño lo servimos aparte, para que cada cuál se eche lo que precise.
C
omo el gallo es un pescado bastante propenso a quedarse pegado a la sartén, no uséis demasiado aceite pero tampoco debéis quedaros cortos. Aseguraos de que la sartén está entera bien pintada de aceite y no quedan huecos limpios. Luego, tampoco debéis tenerlo demasiado tiempo al fuego, el pescado siempre hay que hacerlo lo justo, pues si no se seca.
En cuanto a la sal, si ya le habéis añadido suficiente al aliño, no será necesario que echéis más.
Lo mejor es que tengáis todo listo cuando hagáis el gallo, porque de lo contrario, lo tendréis helado para cuando llegue a la mesa.
Este aliño de mostaza y limón le da un toque muy fresco y muy ligero al gallo, de echo podría serviros prácticamente con cualquier pescado que hagáis a la plancha, pero si preferís decantaros por algo más tradicional como puede ser una buena mayonesa casera, adelante.
La verdad es que si no tuviera que andar sacando fotos cada dos por tres, cocinaría en la mitad de tiempo (vale, estoy exagerando un poco), pero la sesión fotográfica que más tiempo lleva es la final, y como ya os he dicho, el pescado tarda bien poco en enfriarse. Os podéis imaginar cómo nos lo hemos comido, ¿no?
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El gallo es uno de los pescados que más me gusta, ya sea frito o a la plancha. Tiene muy poca grasa, de modo que a la plancha se convierte en un alimento ideal en cualquier dieta. Y mejor aún si lo acompañamos de un poco de lechuga y unos exquisitos tomates cherry. Además, le daremos sabor con unas especias y un aliño de mostaza, pipas y limón (vale, podéis prescindir de las pipas de girasol si creéis que es añadir calorías de forma innecesaria).
En cualquier caso, lo que al final tenemos es un plato fácil, sano y delicioso.
Ingredientes (para 2):
- 1 gallo de 700 gr fileteado (se queda en nada)
- 8 tomates cherry
- Aceite de oliva
- Albahaca
- Orégano
- Sal
- Unas hojas de lechuga
- 120 ml de aliño de mostaza y limón
Elaboración:
Echamos una chorretada generosa de aceite en una sartén y cuando esté caliente colocamos los tomatitos cherry cortados por la mitad, con la parte interior hacia arriba. Los espolvoreamos con abundante albahaca y orégano, los tapamos y dejamos que se hagan unos 5 minutos, hasta que hayan soltado bastante agua y estén blanditos. Los reservamos.
Ponemos un poco de aceite en una sartén para plancha y hacemos el gallo vuelta y vuelta, medio minuto por cada lado más o menos, dependiendo del grosor.
Ahora ponemos una cama de hojas de lechuga limpias en una fuente, colocamos los filetes de gallo en medio y repartimos los tomates cherry alrededor. Echamos un poco de sal.
Mezclamos ahora el jugo que han soltado los tomates con el aliño de mostaza y limón, regamos el gallo con un par de cucharadas y ¡listo!
El resto del aliño lo servimos aparte, para que cada cuál se eche lo que precise.
Pequeños consejos:
C
En cuanto a la sal, si ya le habéis añadido suficiente al aliño, no será necesario que echéis más.
Lo mejor es que tengáis todo listo cuando hagáis el gallo, porque de lo contrario, lo tendréis helado para cuando llegue a la mesa.
Al gusto:
Este aliño de mostaza y limón le da un toque muy fresco y muy ligero al gallo, de echo podría serviros prácticamente con cualquier pescado que hagáis a la plancha, pero si preferís decantaros por algo más tradicional como puede ser una buena mayonesa casera, adelante.
Catástrofe de hoy:
La verdad es que si no tuviera que andar sacando fotos cada dos por tres, cocinaría en la mitad de tiempo (vale, estoy exagerando un poco), pero la sesión fotográfica que más tiempo lleva es la final, y como ya os he dicho, el pescado tarda bien poco en enfriarse. Os podéis imaginar cómo nos lo hemos comido, ¿no?
Fotos para abrir boca:
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