Crema ligera de calabacín


Vamos con otro intento para que el bebé coma purés... (sí, me refiero a Victor). Esta vez con una crema ligera de calabacín. Como hice una crema de calabaza al curry que sí que le gustó, me dije: "vamos a ver qué pasa con el calabacín" y aunque se lo comió, lo hizo un poco a regañadientes. Ojo, que no porque no estuviera buena, sino porque no hay manera: no le gustan y no le gustan.


Es una crema muy rápida de hacer y muy ligera, que puede comerse tanto fría como caliente, de modo que es estupenda también para esta época del año. ¡Y ni que decir para la operación bikini! ;D El calabacín es una de las verduras menos calóricas y más diuréticas que existen por su alto contenido en agua, pero no menos nutritivo por ello: vitaminas B, C, betacarotenos... y mucha fibra.

El calabacín lo uso a menudo, ya sea relleno, para enriquecer unas lentejas, o rebozado para hacer unos pintxos. Vale, esto último no es muy sano, pero en cualquier caso no debería faltar en vuestra dieta.

Ingredientes (para 2 personas):


- 450 gr de calabacín

- 1/2 puerro (unos 80 gr)

- 1 cebolla pequeña

- 1 diente de ajo

- 150 ml de yogur natural desnatado (o kéfir)

- Aceite de oliva virgen

- Sal

- Perejil

- Cebollino

- Pimienta negra (opcional)


Elaboración:


Cortamos el calabacín, el puerro y la cebolla en trozos más o menos grandes, y los rehogamos con el diente de ajo en la olla a presión o cazuela que vayamos a usar con un poco de aceite.



Pasados 3-4 minutos echamos sal, las cubrimos con agua y dejamos que se hagan durante 7 minutos desde que la pesa haya subido. En la cazuela tardarán unos 15 minutos dependiendo del tamaño de los trozos.

Cuando se ha despresurizado la olla la abrimos, escurrimos las verduras reservando el caldo y las trituramos hasta hacerlas puré. Si lo queremos más líquido añadimos un poco de caldo. 



Incorporamos el yogur, corregimos el punto de sal y añadimos un poco de pimienta negra si queremos.

Servimos la crema, espolvoreamos con perejil, decoramos con cebollino y ¡listo!


Pequeños consejos:


Para cocer las verduras no es necesaria mucha agua, pues las verduras sueltan bastante, de modo que con que apenas las cubra será más que suficiente.



Yo os aconsejo usar la olla express en lugar de una cazuela, pues las verduras conservan mejor sus propiedades, y es por lo mismo que no hay que cocerlas en exceso.

El caldo no lo tiréis, pues podéis usarlo para hacer una sopa, un rissotto...


Al gusto:

Para darle cremosidad podríais añadirle una patata pequeña, y si os parece demasiado light esta crema de calabacín, podéis sustituir el yogur por nata o queso.



Es una crema que puede servirse tanto fría como caliente; a mí, personalmente me gusta más caliente, pero me pasa con todos los purés, de modo que no me hagáis mucho caso.


Catástrofe de hoy:


A Victor no le gustan nada los purés de verduras, pero hago de vez en cuando a ver si se va acostumbrando, aparte de que a mí me encantan. Pero nada, no hay manera. Se comió su tazón pero el resto me lo tuve que acabar yo. De todos modos, a Dios pongo por testigo de que acabarán gustándole.


Fotos para abrir boca: 


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