Los muffins de chocolate perfectos

Si hay algún adicto al chocolate y que además esté a dieta, mejor que no siga leyendo. ¡El que avisa no es traidor!

Un muffin de chocolate con pepitas


Antes me dio por los cupcakes, ahora por los muffins... no tengo medida.


Hace poco publiqué otros muffins de chocolate pero con cacao en polvo, ¿os acordáis? ¿Y os acordáis de que os pregunté cuáles os gustaban más? ¿si con cacao en polvo o con chocolate derretido? Pues aquí tenéis mis favoritos y con mucho: con chocolate derretido y trozos de chocolate por dentro. Si pudierais oler lo que estoy oliendo yo ahora mismo...


Un muffin de chocolate por dentro con chocolate fundido


Me recuerdan mucho a los muffins del Starbucks, pero más naturales, claro, que por algo están hechos en casa. De hecho, según Victor están aún mejor, pero claro, no sé yo si es muy imparcial, de modo que será mejor que los hagáis y luego juzguéis por vosotros mismos. Es muy fácil, y huelga decir que bastante más barato que comprarlos, ¿no? Sé que es algo que digo siempre, pero no deja de ser verdad y hay mucha gente que no se lo plantea.


¡Vamos con la receta!

Ingredientes (para 6 muffins):


- 150 gr de harinaIngredientes para hacer muffins de chocolate

- 70 gr de azúcar

- 5 gr de azúcar avainillado

- 65 gr mantequilla

- 100 ml de buttercream (*)

- 1 huevo

- 80 gr de chocolate para postres

- 100 gr de chocolates variados (yo he usado blanco, con leche y negro)

- 1 cucharadita de levadura

- 1/3 de cucharadita de bicarbonato

- 1/3 de cucharadita de sal

(*) Se puede hacer mezclando 90-95 ml de leche con el zumo de 1/2 limón

Elaboración:


Fundiendo el chocolate y la mantequilla al baño maría


Primero fundimos al baño maría la mantequilla con los 80 gr de chocolate para postres.


Una vez fundido lo pasamos a otro bol para que se atempere un poco y lo mezclamos con el azúcar. Después añadimos el huevo y el buttercream y batimos a mano hasta que estén bien integrados.


Tamizamos la harina con la levadura, el bicarbonato y la sal, y después agregamos los ingredientes líquidos mezclados. Removemos también a mano e incorporamos los chocolates en trozos relativamente grandes.Ingredientes mezclados para los muffins de chocolate


Rellenamos las cápsulas hasta 1 cm del borde (leed el apartado de 'pequeños consejos') y horneamos los muffins de chocolate a 190ºC durante 25 minutos.


Pasado ese tiempo los sacamos, los dejamos enfriar (o no ;D) y ¡listo!



Pequeños consejos:


Procurad que al añadir el huevo la mezcla con el chocolate no esté muy caliente, pues si no puede que cuaje.Muffins de chocolate antes de hornear


Y muy importante: al rellenar los moldes para muffins, dependiendo de cómo sean tendremos que llenarlos más o menos. Si son como los que he usado otras veces, de estos rígidos de metal o de papel, no hay que llenarlos hasta arriba, sino hasta quedarnos a 1 cm del borde, pero si son como los que veis en las fotos, podéis llenarlos sin problema hasta arriba, pues al ser bastante alto el papel, no permitirá que se nos desborden.


Sabed que éstas las he hecho yo con papel de hornear de una forma un tanto burda: he cortado cuadraditos bastante grandes de papel para hornear y los he hundido con la mano dentro de Muffins de chocolate recién sacados del hornolos huecos de la bandeja. Al principio hay que sujetarlos, pero una vez tienen algo de masa dentro se hunden prácticamente solos.


Luego, como ya he explicado en otras ocasiones, para que no se bajen de golpe si algo no ha salido como debía, una vez horneados dejadlos unos pocos minutos dentro con la puerta abierta, después los sacáis y a los 5 minutos de estar fuera los pasáis a una rejilla para que terminen de enfriarse. El motivo es que a este tipo de preparaciones no les van mucho los cambios bruscos de temperatura.



Al gusto:


Yo he usado trozos de distintos chocolates para que luego al hornear los muffins se derritieran y se quedaran con zonas más chocolateadas por dentro. Si queréis que sean más descarados, el tamaño debe ser al menos el de media onza. Y aunque yo he echado mano de los tres: blanco, con leche y negro, vosotros podéis elegir el que más os guste, o directamente no poner.


Luego, para mí (y por lo visto para todos los demás que los han probado, y ya son unos cuantos), están mil veces mejor calentitos, porque los trozos de chocolate se derriten y... sin palabras. Eso sí, un poco de cuidado, que ese chocolate fundido es lo que más quema, si no preguntádselo a Victor.



Catástrofe de hoy:


Ninguna, ¡hasta he podido comerme uno recién horneado de postre! ¡Qué vicio y qué pecado! Que esta mañana ya me había desayunado uno de los otros, de los muffins que hice con cacao en polvo. Menos mal que hago deporte... De hecho, acabo de rematar el post ¡y me voy a entrenar Qwan Ki Do! ¡A bajar los muffins o al menos unos de ellos!



Fotos para abrir boca:


[gallery link="file" ids="4564,4580,4581,4565,4559,4579"]

Pastel indio o azteca de pollo


Hace unas semanas Selene, una seguidora del blog se pasó por aquí , y como buena mexicana me corrigió una pequeña (o no tan pequeña) errata que tenía en el post de 'Burritos mexicanos de pollo', (gracias otra vez). Pero lo mejor de todo es que se ofreció a mandarme recetas tradicionales de México para que las probara ¡y aquí tenemos la primera¡ ¡Pastel indio o azteca! Y sí, tengo su permiso.


Pastel indio con maíz y pimientos


Se trata de una especie de lasaña que en lugar de láminas de pasta, intercala tortitas de maíz entre capa y capa de pollo. Me aclaró que era una versión un poco españolizada, debido a que muchos de los ingredientes necesarios son muy difíciles de encontrar aquí, pero a falta de pan...


Las tortitas deben ser de maíz en lugar de trigo, pero como hay establecimientos donde no las suelen tener, he tenido que conformarme con las de trigo. Eso sí, si encontráis no lo dudéis, pues están mucho más ricas (al menos para mí) y es lo que hace honor al nombre del pastel. De momento, podríamos decir que lo que tenemos aquí es un falso pastel azteca, pues hasta que no lo haga con tortitas de maíz no lo será de verdad.


 El pastel azteca de Selene


Esta segunda foto es la que me mandó Selene. Es el pastel indio que hizo su madre para un montón de gente, un regimiento diría yo. Éste sí que está elaborado con tortitas de maíz y auténticos ingredientes de México. Claro, es difícil competir con eso ;D


¡No os quedéis solamente con los platos de vuestra gastronomía! ¡Abrid vuestras mentes y vuestros estómagos y descubriréis sabores y texturas que merecen realmente la pena!



Ingredientes:


- 6 tortitas de maízIngredientes para hacer un pastel indio o azteca

- 300 gr de pechuga de pollo

- 250 ml de tomate frito

- 1/2 cebolla

- 2 dientes de ajo

- Pimienta cayena

- 200 ml de crema fresca o nata agria

- 200 gr de queso para fundir (yo he usado mozzarella)

- 100 gr de maíz y un poco más para decorar

- 120 gr de pimientos del Padrón o de Gernika

- Aceite de oliva

- Aceite de girasol

- Sal

Elaboración:


Cociendo la pechuga de pollo con cebolla y ajo


Vamos a empezar por cocer la pechuga de pollo en agua con sal, con la cebolla y los dientes de ajo pelados. Estará lista en unos 15 minutos, dependiendo del grosor. Para comprobarlo la abrís y si aún está roja por dentro la dejáis unos minutos más. Una vez cocida la desmenuzamos y reservamos.


Mientras tanto ponemos a calentar un poco el tomate frito con un poco de pimienta cayena para darle un toque picante.


En una sartén calentamos un poco de aceite de oliva y cocinamos los pimientos unos 5-10 minutos hasta que se ablanden. Apartamos seis y el resto lo cortamos por la mitad.Friendo los pimientos de Gernika


Ahora calentamos un poco de aceite de girasol en otra sartén amplia y pasamos por ella las tortitas, vuelta y vuelta para que se ablanden sin llegar a dorarse.


Entonces montamos nuestro pastel azteca: ponemos primero una capa de tomate frito (la cuarta parte de lo que tenemos), encima dos tortitas de maíz, después la mitad del pollo y la mitad de los pimientos que hemos cortado. Echamos también la mitad del maíz y  regamos con 1/3 del tomate y  de la crema fresca. Esparcimos bien las salsas con una cuchara y espolvoreamos por encima con 1/3 del queso. Ponemos otras dos tortitas, lo queAblandando las tortitas en la sartén queda de pollo y repetimos lo de antes. Acabamos con las tortitas restantes y las bañamos con lo que queda de tomate y crema fresca. Espolvoreamos con el queso restante y decoramos con los pimientos y el maíz reservado.


Ahora horneamos el pastel hasta que el queso esté bien derretido, e incluso puede dorarse un poco y ¡listo!



Pequeños consejos:



Yo he puesto dos tortitas entre capa y capa porque me gusta que se noten, pero no es necesario.



Primera capa del pastel azteca


En cuanto a la salsa de tomate, la nata agria y el queso, las cantidades son orientativas, pues depende del tamaño del pastel y del gusto de cada uno.


El pastel azteca que he hecho yo era como para 2-3 personas, y al ser redondo y no muy grande, tenía el tamaño perfecto para encajar las tortitas. De todos modos, si lo que tenéis son los típicos moldes grandes rectangulares no pasa nada, tan sólo tenéis que poner las tortitas de maíz suficientes para cubrir la base, sin importar que se monten unas encima de otras.


Yo he utilizado tomate frito casero, porque tenía embotado y Pastel azteca antes de hornearestá buenísimo, pero podéis hacer una salsa de tomate rápida escaldando unos tomates y luego friéndolos con un poco de cebolla y ajo. Si queréis que sea más auténtico el pastel, podéis añadir a la salsa unos chiles serranos o unos jalapeños cocidos, pero si no los encontráis o no os gustan demasiado, podéis darle el toque picante con un poco de pimienta cayena como he hecho yo.


Y para darle más autenticidad aún, sustituid los pimientos del Padrón o de Gernika por unos chiles poblanos, pero no serán fáciles de encontrar si estáis en España.



Pastel indio recién horneadoAl gusto:


Lo de intercalar unos pimientos y maíz entre capa y capa es opcional, pero si lo hacéis no os paséis, no vaya a ser que sólo sepa a eso.


Y para acompañarlo me ha comentado Selene que lo más habitual es hacerlo de unos .frijoles refritos, rebanadas de aguacate o guacamole. Le van estupendamente, pero si no queréis hacer nada más no importa, porque por sí sólo está...



Catástrofe de hoy:


¿Catástrofe? Pues que he tenido que dejarlo en un falso pastel indio, porque donde compro habitualmente no tenían tortitas de maíz, y como no andaba muy sobrada de tiempo tuve que conformarme con las de trigo. Una pena.



Fotos para abrir boca:


[gallery link="file" ids="4512,4516,4519,4518,4513,4520"]

Muffins de chocolate


Tengo dos versiones de los muffins de chocolate, una con cacao en polvo y otra con chocolate fundido. ¿Cuál os gusta más? A mí la segunda, por eso os voy a dejar con el gusanillo y voy a empezar por la primera versión.


Muffin por dentro


Los que se hacen con cacao en polvo a lo mejor son algo menos empalagosos, pero también saben menos a chocolate, y yo que soy un poco adicta... os podéis imaginar. Son fáciles de hacer, pues no hay que batirlos demasiado para no meterles demasiado aire, sino simplemente mezclar todo con los ingredientes secos tamizados para que no queden grumos y ya.


Luego les he metido unas cuantas pepitas de chocolate y he decorado los muffins con lascas de chocolate blanco, pero eso ya a gusto de cada cuál.



Ingredientes (para 5 muffins):


- 110 gr de harinaIngredientes para hacer muffins de chocolate

- 20 gr de chocolate en polvo sin azúcar

- 75 gr de azúcar

- 65 gr de aceite de girasol

- 1 huevo L

- 1 yogur griego

- 1 cucharadita de levadura

- 1/2 cucharadita de bicarbonato

- Una pizca de sal

- 35 gr de pepitas de chocolate

- Lascas de chocolate blanco (opcional)

Elaboración:


Los ingredientes mezclados para los muffins


Mezclamos y batimos primero todos los ingredientes líquidos con el azúcar: aceite, yogur y huevos.


Ahora mezclamos y tamizamos los secos: harina, cacao, levadura, bicarbonato y sal.


Vertemos los líquidos sobre los secos y mezclamos con una espátula o con unas varillas, pero siempre a mano. Una vez están todos los ingredientes bien integrados añadimos 25 gr de pepitas de chocolate y mezclamos.


Llenamos las cápsulas para muffins hasta las 3/4 partes y repartimos el resto de las pepitas por encima y si queremos también unas lascas de chocolate blanco.Muffins de chocolate antes de hornear


Horneamos los muffins de chocolate a 190ºC durante 25 minutos y ¡listo!



Pequeños consejos:


Lo mejor es no usar la batidora de varillas para hacer muffins, pues como expliqué en la entrada de muffins de café y caramelo, la diferencia entre estos y las magdalenas, es que a los muffins no hay que meterles mucho aire para que queden algo más compactos.


Muffins de chocolate recién horneadosLuego, una vez hechos, no los saquéis directamente del horno, apagadlo, abrid un poco la puerta y dejadlos unos pocos minutos más. Después los sacáis, y a los 5 minutos de que estén fuera los retiráis de la bandeja y dejáis que terminen de enfriarse sobre una rejilla. De esta manera evitaremos en lo posible que se bajen si no han salido muy allá y tienden a hundirse. Con estas proporciones de ingredientes y esta temperatura de horneado no debería ocurrir, pero más vale prevenir que curar.



Al gusto:


Si en lugar de usar cacao en polvo sin azúcar usáis el de toda la vida, echad un poco más de éste y algo menos de azúcar: unos 30 gr de cacao y 60 de azúcar.


En cuanto a las pepitas de chocolate, no son imprescindibles, pero como en estos muffins el sabor a chocolate no es tan intenso, ayudan.



Catástrofe de hoy:


Sabía que había comprado pepitas de chocolate, pero no tenía ni idea de dónde las había metido, de modo que me he tirado unos buenos 10 minutos buscándolas. Menos mal que nos les pasa nada a los muffins por esperar y acababa de encender el horno.



Fotos para abrir boca:


[gallery link="file" ids="4486,4489,4490"]

Pizza barbacoa


¡Toca una recopilación de pizzas! Y es que estuvieron unos amigos comiendo en casa y me comprometí a hacer pizzas caseras y tarta de queso, y como comen como limas, hicimos tres pizzas bien hermosas: una barbacoa, otra de queso y tomates cherry y otra de champiñones.


Pizza barbacoa recién horneada


Ojo, que con pizzas caseras no me refiero a comprar la base y echarles los ingredientes, sino hacerlas desde cero, empezando por la masa para pizza. La ventaja de hacerlas en casa es que podemos echar lo que queramos, incluyendo toneladas y toneladas de queso, que al menos a mí es lo que más me gusta, y es mucho más sano.


En cuanto al precio, salen más baratas que comprarlas congeladas incluso, porque por los cálculos que hicimos, siendo bien generosos con todos y cada unos de los ingredientes: una masa gordita, muchísimo queso, tomate frito casero, carne y champiñones, cada pizza nos costó unos 3 €, pero hay que tener en cuenta que eran tan grandes que comimos dos y apenas pudimos probar la tercera. En conclusión, si no contamos el postre ni la tercera pizza que se quedó prácticamente entera, comimos los cuatro por unos 6 €. No está mal ¿no?



Ingredientes:


- 1 base de pizza

-  5 cucharadas de tomate frito

- 250 gr de queso mozzarella

- 150 gr de carne picada

- 1/2 cebolla

- Salsa barbacoa

- Sal

Elaboración:


Masa para pizza estirada


Pintáis con el tomate la base y esparcís 200 gr de queso por encima. Después repartís la carne sobre éste, echáis un poco de sal, la cebolla en tiras o en rodajas y regáis la pizza con una chorretada generosa de salsa barbacoa. Espolvoreáis con el queso restante y al horno.


Horneáis la pizza barbacoa durante 20-25 minutos, hasta que tanto la base como la carne estén hechas y ¡listo!



Pequeños consejos:


Procurad que el tomate frito no sea muy líquido, pues de ser así, Pizza barbacoa antes de hornearuna vez horneada la pizza se resbalarán los ingredientes de la masa. Si es demasiado líquido no echéis mucho.


A la hora de hornear cualquier pizza, debéis hacerlo sobre la bandeja ya caliente, y si tenéis piedra pues mejor aún. La cuestión es que la bandeja debe estar en el horno mientras se precalienta para que al entrar en contacto con la pizza le dé el primer golpe de calor y haga que la masa suba bien.



Al gusto:


Por favor, no compréis bases para pizza precocinadas, que no cuesta nada prepararlas. Lo que podéis hacer si tenéis prisa es lo que ha hecho Victor: como sobró algo de masa, hizo con ella la base de unos paninis, los envolvió en papel film y al congelador. Así tendremos para cuando nos apetezca y no nos sobre el tiempo.


Y en cuanto a la salsa barbacoa, cuanto más rica sea ésta mejor sabrá la pizza, de modo que elegid bien.



Catástrofe de hoy:


Lo único que podía pasar es que se quemara, pero como no era yo la que andaba pendiente no ha habido problema alguno; si no, otro gallo habría cantado seguro.



Mordor cupcakes: tres chocolates


¿Echabais de menos mis cupcakes? No me extraña, desde los de manzana que publiqué hace más de un mes no he vuelto a hacer, y de hecho, estos los tenía olvidados en el ordenador desde hace todavía más tiempo; menos mal que me los ha recordado Victor, que si no...


Mordor cupcakes tres chocolates


Voy a confesarlo, soy una auténtica freaky de El Señor de los Anillos, por si no os habíais dado cuenta con el pequeño detalle de los Mordor cupcakes. Para los que no lo sepáis, Mordor es un país de la Tierra Media, lugar en el que están basados los libros, y lo que representan los cupcakes es el Monte del Destino, un volcán sito en Mordor, uno de los lugares más importantes de la historia; y no sigo contando porque no quiero hacer spoilers a los que tengáis intención de leer los libros o ver las pelis, cosa que recomiendo encarecidamente.


El caso es que como para representar el volcán iba a necesitar chocolate plástico o algo así, pensé que lo que mejor le iría serían unos cupcakes de chocolate, y por variar un poco, a falta de uno decidí usar tres. Os lo advierto, saben a chocolate, a mucho chocolate, así que absteneos los adictos, pues os pueden llevar a la perdición.



Ingredientes:


Para los cupcakes:

Ingredientes para hacer los cupcakes 3 chocolates

- 120 gr de harina

- 30 gr de almendra en polvo

- 70 gr de azúcar

- 1,5 cucharaditas de levadura

- 1/4 de cucharadita de sal

- 2 huevos L

- 50 gr de chocolate con leche

- 50 gr de chocolate blanco

- 50 gr de chocolate negro

Para el relleno:

-150 gr de crema pastelera

- Colorante naranja

Para la decoración:

- 200 gr de chocolate plástico (*)

- Cacao en polvo

Elaboración:


Para hacer los cupcakes:


Mantequilla con yemas


Ponemos a fundir los chocolates al baño maría por separado y dejamos que templen un poco.


Batimos la mantequilla en pomada con el azúcar y añadimos las yemas de los huevos. Dividimos la mezcla en 3 partes iguales y mezclamos cada una con un chocolate fundido.


Tamizamos la harina con la levadura y la sal y la vamos repartiendo en los tres chocolates, de tal forma que todos acaben con la misma densidad. El chocolate blanco necesitará más harina que el negro, de modo que no hay que repartirla en partes iguales.


La tres masas de chocolateMontamos las claras a punto de nieve y las repartimos, también de forma que contribuyan a que las tres masas queden iguales, si es que con la harina no lo hemos conseguido. En este caso, probablemente el chocolate negro necesitará más que el blanco.


Llenamos las cápsulas echando primero el chocolate con leche, después el blanco y por último el negro, pero nunca superando las 3/4 partes de los moldes. Horneamos los cupcakes a 180ºC durante 20-25 minutos, los sacamos del horno y después de 5 minutos los sacamos de la bandeja para que terminen de enfriarse sobre una rejilla.



Cupcakes 3 chocolates sin hornearPara rellenarlos:


Teñimos la crema pastelera con el colorante naranja o en su defecto con una mezcla de rojo y amarillo hasta obtener el color de la lava, más o menos.


Hacemos un agujero en el centro de los cupcakes y los rellenamos con la crema pastelera. También los cubrimos con un poco para que luego se pegue el decorado.



Para decorarlos:


Cupcakes tres chocolates recién horneados


Mezclamos el chocolate plástico con un poco de cacao en polvo para darle un efecto a tierra seca. Después, con unos 50 gr hacemos una montaña y con ayuda de un pincho le hacemos un agujero en medio a modo de volcán. La base tiene que tener el mismo diámetro que el cupcake. Entonces lo colocamos sobre uno de ellos presionando suavemente.


Con el resto del chocolate plástico cubrimos el resto de los cupcakes. no hay que estirarlo con un rodillo, hay que hacerlo a mano, toscamente para que parezca una tierra yerma. A algunos les haremos grietas o pequeños agujeros.


Cupcakes tres chocolates rellenos de cremaEntonces rellenamos con la crema pastelera el volcán dejando que se derrame por fuera y también las grietas y agujeritos del resto de los cupcakes. ¡Ya tenemos nuestro monte del destino!



Pequeños consejos:


Para las tres masas de chocolate tengan la misma consistencia hay dos opciones, la que os he explicado arriba o dividir la harina y las claras en iguales cantidades pero echar menos chocolate blanco y un poco más de negro. Si siguen sin quedar igual al final, podéis echar un poco de leche a las más espesas.


Chocolate plástico con cacao en polvoY luego, cuando rellenéis las cápsulas, procurad que no queden películas de aire entre capas de chocolate, si es necesario presionad con una cuchara.


Todo esto es importante para que los chocolates no crezcan de manera desigual y acabemos con unos cupcakes rotos y hundidos por partes.


(*) Si no tenéis chocolate plástico, podéis hacer fondant desde cero pero sustituyendo parte del azúcar glass por cacao en polvo. Eso es lo que he hecho yo y ha quedado estupendamente para lo que buscaba. Si no, también podéis utilizar el fondant y teñirlo, pero colores tan oscuros a menudo manchan.



Al gusto:


¿Que no os apetece hacer Mordor? ¡No pasa nada! Lo importante y lo bueno se esconden debajo, así que os animo a que hagáis estos cupcakes tres chocolates igualmente.


Y si queréis decorarlos, pues haced un frosting de queso, de Nutella, de mantequilla... lo qué más os apetezca.



Catástrofe de hoy:


He tenido que hacer dos tandas porque la primera... no tenéis más que verla. Estaban buenísimos, pero feos, feos, feos. A la segunda salió bien, y es por eso que os he dicho que la densidad de las masas de chocolate debe ser la misma. En cuanto al Monte del Destino... quedaba mejor en mi imaginación.



Fotos para abrir boca:


[gallery link="file" ids="4429,4421,4420"]

Pan tradicional: tras los pasos de Ibán Yarza


Si alguno me sigue en Facebook o Google+, ya habrá visto que llevo cosa de dos semanas dando la chapa con Ibán Yarza y su pan. Primero que si la masa madre, luego su reproducción... y ¡por fin tenemos el pan! Ha llevado un tiempo, pero ha merecido la pena. Así pues, si queréis saber cómo hacer pan con masa madre natural, seguid leyendo o, mejor aún, ved el vídeo que he visto yo y aprended del mejor (es el tercero).


Mi objetivo más que nada es comparar algunas cosas que he hecho esta vez con lo que hice con los demás panes, para incidir un poco en los errores que cometí y que puede que alguno de vosotros cometa.


Rebanada de pan tradicional


Antes de nada, sabed que la masa madre es una alternativa al uso de la levadura mucho más natural, pues no es más que una mezcla adecuada de harina y agua que hemos dejado fermentar durante varios días. Y no sé si a alguien más le habrá pasado, pero nosotros, cuando hacemos pan con levadura, tenemos la impresión de que por poca que usemos siempre le da cierto sabor; pues esto con la masa madre queda solventado.


El pan que vamos a obtener, va a ser la típica hogaza de pan de pueblo, con un olor ligeramente ácido que recuerda al de los panes negros alemanes, y una miga... No tenéis más que ver la foto: la miga, a pesar de los agujeros es bastante compacta y también jugosa, por decirlo de alguna manera, vamos, que no queda seca ni se desmiga. Y la corteza queda perfecta: gruesa, pero no en exceso, dura y crujiente. ¿Qué más podéis pedirle al pan?


Vamos pues con nuestro pan elaborado con masa madre natural siguiendo los pasos de Ibán Yarza.



Ingredientes (unos 800 gr de pan):


Para reproducir la masa madre:

- 100 gr de masa madre líquida

- 100 gr de harina de fuerza

- 100 ml de agua

Para el pan:

- 200 gr de masa madre que hemos reproducido

- 500 gr de harina de fuerza

- 300 ml de agua

- 1 cucharadita colmada de sal

Elaboración:


Para reproducir la masa madre:


Mezclamos nuestra masa madre con la harina y el agua, removemos y dejamos que repose a temperatura ambiente durante unas 4 horas, o hasta que esté burbujeante.


[gallery link="file" ids="4381,4391,4382"]

Para elaborar la masa de pan:


Tomamos 200 gr de la masa madre que hemos reproducido y guardamos el resto en un bote en el frigorífico para otra ocasión.


Mezclamos la masa madre con la harina y el agua, primero con una espátula y luego a mano, y cuando esté todo bien integrado aunque pegajoso, lo cubrimos con un paño y dejamos que repose media hora.


[gallery link="file" ids="4374,4390,4371"]

Amasamos el pan:


[caption id="attachment_4392" align="alignright" width="240"]Después de amasar y reposar varias horas Masa después de reposar[/caption]

Pasado ese tiempo, engrasamos con aceite la superficie de trabajo y también nuestras manos. Ponemos la masa sobre la encimera y amasamos de la siguiente manera: sujetamos con las yemas de los dedos un extremo de la masa y con la otra la estiramos un poco sin romperla, la doblamos y la giramos 90º. Repetimos la operación 8-10 veces, la volvemos a meter en el bol cubierta con un paño y dejamos que vuelva a reposar otros 15 minutos. Después repetimos esta operación hasta haber realizado 5 amasados breves con 15 minutos de reposo entre ellos, siempre engrasando la encimera y las manos. Una vez hemos hecho esto, debe reposar otras 4 horas más o menos. No importa que no crezca demasiado.


[gallery link="file" ids="4378,4372,4370"]

Para darle forma al pan:



[caption id="attachment_4387" align="alignright" width="240"]Pan después del último reposo Pan después del último reposo[/caption]

Después de que haya reposado unas horas, veremos que aunque no haya crecido mucho está como fofo, hinchado.


Enharinamos parte de la encimera y colocamos la masa de pan sobre ella, después la pasamos a la zona limpia y le damos forma estirando un poco y doblando los extremos hacia el centro. Presionamos con suavidad para que no se deshaga la especie de hatillo que hemos hecho y le damos la vuelta. Colocamos las manos a los lados y lo meneamos de lado a lado haciendo un poco de presión para darla una forma más redondeada a la hogaza de pan.


Ahora ponemos un paño sin hilo dentro de un bol y lo enharinamos generosamente, dentro metemos el pan boca abajo, es decir, con el pliegue hacia arriba y dejamos que repose de nuevo, cubierto con otro paño, durante 3-4 horas.


[gallery link="file" ids="4369,4379,4385"]

Para hornear el pan:


Pan con los cortes antes de hornear


Colocamos una lámina de papel para hornear sobre una tabla grande de madera y volcamos con cuidado el pan sobre ella. Si queremos podemos hacerle unos cortes con un cuchillo de pan para decorarlo. Entonces lo deslizamos con el papel sobre la bandeja que estará caliente dentro del horno a 240ºC.


Colocamos un cuenco con agua en la parte de abajo y durante los primeros 10 minutos vaporizamos de vez en cuando con un poco de agua las paredes del horno.


Cada 5-10 minutos iremos bajando la temperatura 5-10ºC, hasta acabar a unos 200ºC. Si empieza a coger color demasiado pronto lo tapamos con papel albal.


Estará hecho pasados unos 45-50 minutos, cuando al golpearlo en la parte inferior suene a hueco y ¡listo para comer! Eso sí, cuidado que quema.



Pequeños consejos:


Para este pan necesitábamos unos 200 gr de masa madre, de modo que siempre hay que hacer de más para luego poder guardar un poco para otra ocasión y no tener que andar preparando MM cada dos por tres.


Es importante no forzar la fermentación del pan durante los reposos, pues es mejor que lo haga de forma natural. Sé que en otras ocasiones os he dicho que si tenéis algo de prisa podéis ponerlo en el horno a 30-40ºC, pero visto lo visto es mejor que no. Dependiendo de si es invierno o verano tardará más o menos, pero habrá que tener paciencia. Eso sí, tampoco seáis tan tontos de dejarlo en cualquier sitio, y si hace demasiado frío procurad  buscarle el lugar más cálido de la casa.


Si también se os ha desmigado alguna vez el pan, lo que tenéis que hacer es usar harina de fuerza siempre, sin excepción, y si la habéis usado pero no ha funcionado, probad con otra o tened en cuenta lo siguiente: al amasar hay que procurar no desgarrar la masa, tan sólo estirar y doblar, estirar y doblar. Así conseguiréis un buen amasado sin propiciar que el pan se acabe desmigando, y tampoco romperéis las burbujas de aire que se habrán ido formando.


Habéis visto, que una vez reproducida la masa madre hemos hecho dos fermentaciones ¿no? También os habréis fijado en que amasar de verdad tan sólo lo hemos hecho al principio. ¿Por qué? Porque la miga se forma durante el reposo y no en el horno, y si amasamos el pan después de reposar la rompemos. ¿Lo sabíais? Porque yo no, la verdad. De hecho es curioso cómo al final, al hacerle los cortes antes de hornearlo se ve la miga ya 'construida' dentro del pan.


En cuanto a la corteza, lo que le ayuda es la humedad dentro del horno, por eso ponemos un cuenco con agua dentro y lo vaporizamos durante los primeros minutos, pues es cuando se forma.


Y el consejo más importante: ¡ved los vídeos! Sobre todo si tenéis alguna duda de cómo amasar.



Al gusto:


Si queréis un pan integral, podéis sustituir unos 100 gr de harina de fuerza por harina integral y si lo queréis de centeno igual. De trigo integral podéis sustituir algo más, pero si usáis de centeno y no estáis muy acostumbrados, probablemente os sepa demasiado ácido el pan.


También podéis añadirle cosas como arándanos, semillas de amapola, pasas...



Catástrofe de hoy:


Este Ibán lo explica tan bien que es difícil meter la pata. De decir algo es que debido a que me desperté tarde y a los tiempos de reposo acabé horneando el pan a las 12 de la noche y no pude probarlo calentito, recién sacado del horno. Y es que si estaba bueno al día siguiente, ¡recién sacado del horno ni me imagino!



Fotos para abrir boca:


[gallery link="file" ids="4380,4383,4393"]

Cómo hacer masa madre líquida


La tengo en el frigorífico desde hace una semana, y parecía que vida tenía, pero no quería publicar hasta no comprobar que funcionaba haciendo un buen pan y ¡qué pan! Ya había hecho pan en otras ocasiones, pero siempre con levadura. No requiere tanta paciencia, pero no queda igual. El de Ibán Yarza no falla.


Es lo de siempre, te cuentan como se hace pero pocas veces nos sale igual igual que a ellos, sin embargo esto no tiene truco. Si hacéis lo que dice Ibán funcionará, os lo aseguro. Y lo mejor de todo es que complicación ninguna.


La masa madre al final


Os voy a contar aquí cómo he elaborado yo mi masa madre, pero si tenéis un ratico, lo mejor es que os veáis el vídeo en el que Ibán Yarza la prepara con Robin Food (es el segundo de todos). Yo me tiré la media hora que dura pegada a la pantalla del ordenador y con la boca abierta: lo mismo me entraron cinco moscas y ni me enteré.


Hay alguna diferencia entre la mía y la de Ibán, y es que he tenido que adaptarla un poco a mi situación: no sabía dónde encontrar harina de centeno cerca (ahora ya tengo) y que mi cabeza a veces se escapa de mis hombros.


Pan hecho con masa madre natural líquida


Antes de nada, para los que no lo sepáis, explicar que la masa madre se utiliza para hacer pan sin levadura. ¿Cómo es posible? Es sencillo, al tener la harina en un ambiente muy húmedo, empieza a fermentar y a crear bacterias, es decir, a cobrar vida. No os asustéis al oír bacterias, que no son perjudiciales; son como las de la cerveza, el vino... Estas bacterias serán las que harán que nuestro pan crezca y sepa a pan de verdad, a pan de pueblo de toda la vida.


La masa madre puede ser líquida o sólida. Por lo que tengo entendido, la mayor parte de los panes artesanos se hacen con masa madre líquida, pero no sé por qué, y como no hay que amasarla, es bastante más cómoda.


Dicho esto, aquí la tenéis.

Elaboración:


Día 0:La masa madre el primer día


- 100 gr de harina integral

- 80 ml de agua

Mezclamos la harina con el agua en un bote esterilizado hasta tener una papilla consistente y lo dejamos a temperatura ambiente. Si es invierno buscad la zona más caliente de la casa. Las cantidades son aproximadas, pues lo hice un poco a ojo, y de hecho me pasé con el agua.



Día 1:La masa madre los primeros días igual


Removemos bien la mezcla de nuevo.

Si vemos que la harina se ha depositado abajo y arriba ha quedado una película de agua, añadimos 1 o 2 cucharaditas más de harina integral.



Día 2:


Empezaremos a ver burbujitas, y dependiendo de la harina y de la temperatura, habrá crecido algo o no. Lo mejor es hacer marcas en el bote para comprobarlo. Yo empecé haciendo una marca, pero como el volumen apenas varió hasta el final acabé quitándola.


Si ha crecido algo, lo mejor es retirar un par de cucharaditas de la parte de arriba de la masa madre. Si no ha crecido no es necesario.


Vamos a hacer el primer 'refresco', que consiste en añadir dos o tres cucharaditas más de harina integral y una o dos de agua, manteniendo siempre la misma consistencia de papilla. Lo removemos bien.


Como en mi casa hace mucho frío no subió, pero no hay que preocuparse, lo importante es que huela bien y empiecen a salir pequeñas burbujitas.



Día 3:


Repetimos lo del día anterior: si ha crecido retiramos un poco de masa madre y hacemos el segundo 'refresco'.


Tampoco pasa nada si no crece.



Día 4:La masa madre viva y burbujeante


Hacemos lo mismo: retirar MM si crece y un tercer 'refresco'.



Día 5:


Si habéis tenido suerte, vuestra MM habrá crecido y de hecho puede que haya doblado su volumen en cuestión de horas. Si es así, ya la tenéis lista para utilizar o podéis guardarla en el frigorífico hasta que la necesitéis.


Los que no, es decir, yo, tendréis que seguir haciendo 'refrescos' cada día hasta que empiece a doblar su volumen en pocas horas.


En mi caso esto ocurrió el séptimo día. Recuerdo que al medio día refresqué la masa madre, la removí, cerré el bote y salí de casa. Cuando volví a eso de las 10, me encontré con el bote a punto de reventar. Decir que me quedé alucinando sería decir poco. La cogí corriendo y la metí al frigorífico.



Masa madre después de estar en el frigorífico


En el frigorífico:


Veréis que después de haberla tenido en la nevera, habrá perdido algo de volumen, pero es normal; las bacterias que han surgido en nuestra masa madre no han desaparecido, pero muchas burbujas sí. No hay de qué preocuparse.


Y puede aguantar meses y meses ahí dentro, siempre que esté bien cerrada.



Para usarla:


Por lo general no es necesario hacer cantidades ingentes de masa madre, pues podemos reproducirla en poco tiempo sin tener que repetir todo el proceso. Si queréis saber cómo hacerlo podéis verlo aquí (mañana estará listo).



Pequeños consejos:



  • La papilla debe ser bien densa, que nos permita removerla pero densa.

  • La temperatura ideal es la ambiente (22-25ºC), pero en invierno al hacer más frío suele tardar más en 'coger vida' y en verano algo menos.

  • Aseguraos de que la masa madre esté bien tapada, para que no entren cosas que puedan estropearla.

  • Lo más importante es que huela bien. En el momento en que huela a moho o a que se ha estropeado hay que desecharla. Los primeros días puede resultar algo raro el olor debido al CO2 que suelta durante la fermentación, pero pasados 3 ó 4 días, empezará a oler a pan de verdad, o como dice Robin Food a bodega. El olor a mí me recuerda bastante al de la cerveza que está haciendo Victor en casa.

  • Si pasan varios días y no crece, mientras tenga burbujas e insisto, huela bien, no hay de qué preocuparse. Lo más probable es que no esté a temperatura suficiente o que esté pasando hambre. Si es lo primero, paciencia; si es lo segundo, tendréis que echar más harina de la que soléis y algo menos de agua. Creo que en mi caso ha sido una mezcla de los dos.

  • Si queréis que vaya más rápido el proceso, en lugar de harina integral de trigo, usad harina de centeno integral. Pero si luego queréis hacer un pan blanco, lo mejor es que al cuarto día empecéis a hacer los 'refrescos' con harina de trigo refinada.

  • Y el consejo más importante: ¡ved el vídeo de Ibán Yarza!


Catástrofe de hoy, de ayer...:


Para empezar, la masa madre me quedó bastante líquida, lo cual le impedía crecer. Tenía una papilla densa, pero no lo suficiente, de modo que los días venideros tuve que añadir algo más de harina y menos de agua. En definitiva: pasaba hambre (la MM, no yo).


Y luego, a lo largo de toda la semana, he de confesar que algún día se me olvidó refrescarla. A lo mejor por eso tardó algo más, pero es algo que en nada perjudica luego a la funcionalidad de la masa madre, os lo aseguro.


Y esto es todo amigos. Espero que os sirva de ayuda si queréis aprender a hacer un pan con masa madre natural, sin levadura ni aditivos químicos: harina, agua y sal.



Patatas rellenas de carne


La noche del sábado fue de rellenos: patatas rellenas, manzanas rellenas... Mira que están buenas las patatas así, pero las hago muy de cuando en cuando. No son muy trabajosas pero llenan, sobre todo si las haces tan grandes como suelo hacerlas yo.


Patatas rellenas de carne picada con queso y gratinadas


Hay dos maneras de hacerlas: una es asarlas rellenas en el horno, o cocerlas primero, vaciarlas, y rellenarlas con el relleno ya cocinado. Yo siempre me decanto por la segunda opción, pues se manejan mucho mejor las patatas ya cocidas y tardan menos que en hacerse al horno.


En cuando a los rellenos, hay infinidad de ellos, pero casi siempre lo hago de carne porque sé que gusta sí o sí. De todos modos, si hay algún vegetariano entre vuestro comensales, podéis rellenarlas de setas con verduras, por ejemplo, y para los más tradicionales, de bacon y queso.



Ingredientes:


- 6 patatas grandes e igualesIngredientes para hacer patatas rellenas de carne

- 250 gr de carne picada mixta

- 50 gr de bacon picado

- 1/2 cebolla

- 1 diente de ajo

- 1 zanahoria pequeña

- 1 pimiento verde italiano pequeño

- 6 cucharadas de tomate triturado natural

- 150 gr de queso para gratinar o mozzarella

- Aceite de oliva virgen

- Sal

- Pimienta

Elaboración:


Cocemos las patatas:

Patatas enteras cocidas con piel y vaciadas para rellenar

Lavamos bien las patatas, las atravesamos de lado a lado dos veces con un pincho y las ponemos a cocer en agua con sal durante unos 30-40 minutos o hasta que estén hechas, es decir, cuando al pincharlas no ofrezcan resistencia. Las escurrimos y dejamos que templen un poco.


Preparamos el relleno:


Picamos el diente de ajo y lo ponemos a sofreír en una sartén con un poco de aceite. Cuando empiece a coger color añadimos la cebolla picada, y luego el pimiento y la zanahoria también picados. Cuando están blandos, agregamos el bacon picado y cuando éste esté hecho, la carne. Salpimentamos y dejamos que se cocine.


Rellenamos y horneamos las patatas:Pochando las verduras para el relleno de las patatas

Tumbamos las patatas y cortamos la parte superior. Las vaciamos dejando una pared de 1 cm de grosor aproximadamente y reservamos la patata retirada. Echamos sal dentro de las patatas y luego unas gotas de aceite.


Mezclamos el relleno de carne con unas 3 cucharadas de la patata que hemos reservado y con esto rellenamos las patatas vaciadas hasta arriba. Cubrimos la carne generosamente con el queso, las gratinamos al horno hasta que estén doradas y ¡listo!



Pequeños consejos:


Patatas con el relleno de carne picada


Aunque éramos 4, he puesto 6 patatas a cocer porque casi siempre hay alguna que revienta o se rompe. Así que ya sabéis, por si acaso, coced patatas de más. Además, si no se rompe ninguna podéis rellenarlas todas, que seguro que alguien quiere repetir.


Y al vaciarlas, hacedlo con mucho mimo, que se rompen con la mirada casi.



Al gusto:


Las patatas se pueden rellenar de muchas cosas: bacon y queso, sólo verduras... Lo básico, que es cómo cocer las patatas y luego vaciarlas ya lo tenéis. El relleno os lo dejo a vosotros.


El queso que he utilizado era mozzarella, porque se funde de maravilla y se gratina igual de bien; y es que hay muchos quesos para gratinar que no se funden ni un ápice y se quedan duros como piedras.



Catástrofe de hoy:


Estaba a demasiadas cosas: manzanas asadas, la quesada, las patatas... que se me han hecho un poco demasiado y alguna se ha abierto por los laterales. De haberse abierto por arriba no habría pasado nada, porque se vacían por ahí, pero los laterales no tienen solución y quedan algo feas. Menos mal que había puesto 6 a cocer.



Fotos para abrir boca:[gallery link="file" ids="4305,4306,4304"]





Hummus: puré de garbanzos


El hummus o puré de garbanzos, es un plato típico de la gastronomía árabe. Por lo general consiste en una mezcla de garbanzos, tahini, ajo y zumo de limón en proporciones variables, dependiendo de la zona. Es tipo faláfel pero en puré.


Hummus o puré de garbanzos


Recuerdo la primera vez que lo preparé. Como lo hice para llevarlo a la escuela y había leído que se comía con verduras crudas, cogí alguna zanahoria y un montón de cebolla y la metí dentro. Lo que pasó es que después de varias horas a temperatura relativamente cálida, el hummus había cogido todo el sabor de la cebolla y no había quien se lo comiera. He aprendido desde entonces a llevarlo tuppers separados.


Es una receta muy rápida y muy fácil de hacer; y más rápida aún si lo que se usan son garbanzos de bote. Eso sí, yo os recomiendo que compréis unos decentes y los hagáis vosotros mismos, pues tendrán más sabor.



Ingredientes (para 4 personas):


- 600 gr de garbanzos cocidosIngredientes para hacer hummus

- 2 cucharadas rasas de tahini (pasta de sésamo)

- 1 limón pequeño

- 2 dientes de ajo

- 60 ml de aceite de oliva virgen extra y un poco más

- Comino

- Sal

- Pimentón dulce

Elaboración:


Garbanzos cocidos con ajo, tahini y limón para hacer hummus


Reservamos parte del agua donde hemos cocido los garbanzos o la del bote.


Trituramos los garbanzos con los dientes de ajo pelados, la pasta de sésamo, el zumo del limón y los 60 ml de aceite. Después añadimos el agua de la cocción poco a poco hasta obtener la consistencia deseada, ni muy denso ni muy líquido. Después añadimos sal y comino al gusto.


Para servir el hummus, lo espolvoreamos con un poco de pimentón, lo regamos con una chorretada de aceite y ¡listo!



Pequeños consejos:Hummus


Las cucharadas de tahini, lo mejor es que sean rasas, pues como os paséis, el sabor a sésamo tapará el de los garbanzos. Es por esto que os recomiendo que uséis unos buenos garbanzos, ya que normalmente tienen más sabor.



Al gusto:


Podéis darle un toque picante si queréis, usando pimentón picante en lugar de dulce.


Y luego, a la hora de servirlo, lo más habitual es hacerlo acompañado de unas verduras crudas como zanahoria, cebolla... para mojarlas en el hummus, y cómo no, con pan de pita.



Catástrofe de hoy:


Al principio parecía que se me había ido la mano con el tahini, pero después de tener el hummus una noche en la nevera estaba estupendamente.



Fotos para abrir boca:[gallery link="file" ids="4276,4277,4274"]