La del brownie creo que es una de las recetas tipo bizcocho más fáciles que existen, y que además admite tantas variaciones como una pueda imaginar.
Es un postre típico americano, que normalmente lleva nueces o cualquier otro fruto seco, pero como ya notaba yo que estaba empezando a incubar algo, pocas ganas tenía de ponerme a pelarlas y picarlas. Además, hay que tener en cuenta que a la vez estaba haciendo una tarta de queso y la decoración de un carrot cake, con lo que muy sobrada de tiempo no andaba.
Es cierto que el brownie es un postre algo denso, pero como no le he echado demasiado azúcar no resulta nada empalagoso, y si además se acompaña con una bola de helado de vainilla, entra como si nada.
Ingredientes:
- 200 gr de mantequilla
- 200 gr de chocolate para postres
- 220 gr de harina
- 200 gr de azúcar
- 3 huevos
Elaboración:
Derretimos el chocolate con la mantequilla al baño maría y dejamos que temple un poco.
Luego mezclamos todos los ingredientes y batimos hasta que quede un a masa homogénea. Engrasamos un molde y vertemos la masa en él. No debe exceder los 3 dedos de grosor. Horneamos el brownie a 190ºC durante 25 minutos o hasta que el palillo salga limpio y ¡listo!
Más fácil imposible, ¿verdad?
Pequeños consejos:
Y a la hora de hornear pues lo de siempre, que depende mucho del horno y que si empieza a quemarse o secarse mucho por arriba conviene taparlo con papel de aluminio.
Al gusto:
Es la receta básica del brownie, pero como bien sabéis, podéis añadirle frutos secos, nueces, pasas... Y para comerlo, ¡calentito y con helado de vainilla! Y por qué no, con chocolate fundido por encima también.
Catástrofe de hoy:
Con eso de que he estado 3 días con fiebre, poco más y no hago la foto. Menos mal que Victor ha tenido el aguante suficiente para no acabárselo y dejarme un cacho para poder hacerla.
¡Ah! ¿Y veis los agujeros a la izquierda del brownie? Es que Victor es muy delicado a la hora de comprobar si está hecho o no.
A mí me encanta este postre típico inglés, yo lo suelo hacer con nueces y lo acompaño con nata o helado de vainilla, y también tengo una versión con chocolate blanco, aunque claro eso ya va a gustos.
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