Ya os conté que desde hace unos años nos encargamos nosotras del postre en las cenas de Navidad. Lo cierto es que no sé cómo somos capaces de dejar hueco para el postre después de todo lo que se come, pero el caso es que apenas suele sobrar. Si no me equivoco, hasta la fecha no hemos repetido receta alguna y hasta que se nos agoten las ideas o nos lo pidan expresamente, seguiremos innovando. Lo mejor de todo es que cada año que pasa el nivel aumenta y este año ha tocado un tronco de Navidad.
El tronco de Navidad no deja de ser un brazo gitano. Por eso de que es de Navidad, el relleno suele hacerse de crema de turrón, pero como en esta familia somos casi adictos a la crema pastelera, hemos preferido adaptarnos. Y la cobertura, cómo no, de chocolate, que si no, lejos quedaría de parecer un tronco.
Y si os he dicho antes que poco suele sobrar, os digo que esta vez hicimos dos troncos y los dos se comieron.
Ingredientes:
Para la plancha de bizcocho:
- 125 gr de harina
- 125 gr de azúcar
- 1 cucharadita de levadura
- Una pizca de sal
Para el relleno:
- 1/2 l de crema pastelera
Para la cobertura:
- 100 gr de chocolate negro para postres
- 100 gr de chocolate con leche
- 50 gr de mantequilla
Para el almíbar:
- 100 ml de agua
- Una cucharada de coñac
- El zumo de medio limón
- 100 gr de azúcar
Elaboración:
Preparamos la crema pastelera y dejamos que se enfríe.
Para hacer la plancha de bizcocho montamos las claras a punto de nieve y les añadimos la mitad del azúcar. Aparte batimos las yemas con la otra mitad hasta conseguir una mezcla espumosa. Mezclamos todo con suavidad para que no se bajen.
Mezclamos la harina, la sal y la levadura y lo añadimos tamizado a la mezcla anterior. Entonces lo vertemos sobre la bandeja de horno, limpia y muy engrasada, y lo cocinamos a 170ºC durante unos 10' o hasta que esté hecha.
Entonces separamos la plancha de la bandeja con mucho cuidado y la colocamos sobre una lámina de papel para hornear. Lo enrollamos y dejamos que se enfríe.
Mientras tanto preparamos el almíbar. Para ello mezclamos todos los ingredientes y los ponemos en un cazo a fuego hasta que se diluye el azúcar.
Ya podemos montar el bizcocho: desenrollamos la plancha de bizcocho, empapamos con el almíbar y repartimos la crema pastelera por encima, siendo más generosos con el extremo por el que vamos a empezar a enrollar y dejando los márgenes libres. Enrollamos de nuevo, cortamos lo extremos, que estarán un poco feos y lo cubrimos con el chocolate, que habremos derretido con la mantequilla al baño maría.
Para hacer la rama, cortamos un extremo transversalmente y lo pegamos con el chocolate derretido.
Cuando el chocolate se ha endurecido un poco, hacemos unos surcos con el tenedor a modo de corteza de árbol, dejamos que termine de endurecerse y ¡listo!
Pequeños consejos:
Para que no se rompa la plancha y quede más elástica, suele ser conveniente enrollarlo en un paño húmedo en lugar de papel de hornear, pero en nuestro caso no ha sido necesario.
Al gusto:
Podéis rellenar el tronco de lo que queráis, de hecho, más navideño habría sido rellenarlo de crema de turrón, pero es que la crema pastelera en nuestra casa es casi sagrada.
Catástrofe de hoy:
Digamos que hemos colocado la rama mirando un poco para Tudela... o mejor dicho he (Ane), pero da el pego ¿no?
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