Potaje de lentejas

Con el otoño llegando a su fin, y los días cada vez más fríos, pocas cosas le van mejor al cuerpo que un plato de cuchara calentito, y si son legumbres mejor. Ya es hora de pasarlas de las ensaladas al puchero y preparar contundentes potajes y cocidos.

Hoy en día, los expertos en nutrición inciden mucho en la importancia de comer al menos, un par de raciones de legumbres semanales. ¿A qué se debe? A que se trata de alimentos muy completos, especialmente por su alto contenido en proteínas de calidad. Son también ricos en fibra, que huelga decir para qué sirve, y en hidratos de carbono, ideales para cargarnos las pilas. Y por si fuera poco, ¡el contenido en grasas es escaso! Así que, la idea que tenemos de que se trata un plato muy calórico y poco sano, es bastante errónea, pues depende en gran medida de aquello con lo que lo vayamos a preparar.

Además, entre otros nutrientes destacan el hierro y el calcio, de modo que si tenéis anemia y/o queréis prevenir futuros problemas óseos, ya sabéis lo que tenéis que hacer. Pretendía haber hecho un potaje de soja, pero se me olvidó ponerla en remojo, de modo que lentejas, que si quieres las comes o si no, las dejas. ;-D

Ingredientes (para 2) :

- 160 gr de lentejas

- 2 cebollas medianas

- 1 zanahoria grande

- 1 pimiento verde italiano

- 1 puerro

- 1 tomate

- 2 dientes de ajo

- chorizo y morcilla para cocidos

- 1 patata

- 1 cucharada de piperrada (pulpa de pimiento choricero)

- Aceite de oliva

- Sal

- Laurel, pimentón y comino

 

Elaboración:

Ponemos a dorar los dientes de ajo enteros en un poco de aceite, en la olla a presión que vamos a utilizar. Picamos una de las cebollas y medio puerro, salamos y los ponemos a pochar. Troceamos la mitad del pimiento y cortamos en rodajas la mitad de la zanahoria, y agregamos a la olla. Cuando se han ablandado un poco, añadimos la verdura restante (la cebolla, la mitad del puerro, la mitad del pimiento, la mitad de la zanahoria y el tomate) y cocinamos un par de minutos más.

Después añadiremos la patata cortada en cuatro, el chorizo y la morcilla. Una vez han soltado algo de grasa echamos una cucharadita de pimentón, la piperrada y antes de que se nos queme, las lentejas. Rehogamos un poco y cubrimos con agua (1,2 litros,aproximadamente). Introducimos un par de hojas de laurel, la piperrada y comino, un puñado de sal y cerramos la olla. Necesitarán unos 20 minutos.

Pasado este tiempo, esperamos a que baje la presión y la abrimos. Quitamos el exceso de grasa con una cuchara y retiramos los cachos de verdura enteros. Los metemos en un baso batidor (no os olvidéis de los dientes de ajo, si es que conseguís encontrarlos), trituramos bien e incorporamos de nuevo a la olla. Cocinamos cinco minutos más a fuego lento y destapado, corregimos el punto de sal y ¡listo!

Pequeños consejos:

Cuidado con que no se os quemen la verduras al rehogarlas, que el regusto que deja no es muy agradable, y también con la cantidad de agua, pues como os quedéis cortos ya podéis prepararos para rascar bien el fondo luego. Si os pasáis, siempre podéis quitar algo de caldo después.

Al gusto:

Como sé que algunos pensaréis que eso del chorizo y la morcilla convierte este plato en una bomba calórica, que sepáis que no son en absoluto necesarios, que las verduras solas ya le dan un sabor riquísimo. Y para aquellos a los que os guste aún más la intensidad, podéis añadirle al final un sofrito de ajos con pimentón. Eso sí, ¡ojo que no se os queme el ajo!

Catástrofe de hoy:

A lo mejor ya os habías dado cuenta de que a veces, la foto de los ingredientes difiere en algo de la lista, y es que empiezo, y a medida que voy cocinando me voy acordando de cosas. Ya os había dicho que era algo despistada, ¿verdad?